domingo, 9 de junio de 2013

“Se desperdicia más comida en el mundo de la que podrían consumir todas las personas hambrientas”

Tristram Stuart denuncia el despilfarro alimentario que se produce en el mundo. Según Stuart,  sólo las 40 millones de toneladas de alimentos despilfarrados en los EEUU cada año podrían alimentar a los 1.000 millones de personas que se van a la cama con hambre cada día.

 ¿Desperdiciar comida aún comestible es algo cultural, típico de los países ricos o bien es una práctica que se encuentra por todo el mundo?
Cuando estaba investigando para el libro pasé una temporada con la etnia uigur en el Noroeste de China. Un día estaba comiendo en un restaurante de carretera. El chef se había sentado conmigo para hablar un poco. Cuando retiré el bol de arroz que ya había acabado, frunció el entrecejo, me señaló los tres granos que quedaban en el fondo del recipiente y me ordenó: “¡Limpia!” Sonrió mientras con cuidado limpié a fondo el bol. Los uigures creen que despilfarrar comida es un insulto al cocinero, al agricultor y en última instancia un insulto a Alá. En esta ocasión recibí una lección en mi propio terreno. Me hizo darme cuenta de que nosotros –las personas- tenemos el poder para producir los cambios necesarios si convertimos el desperdicio de comida en algo socialmente inaceptable.

¿Qué recomendaría a un ciudadano para evitar tanto desperdicio de alimentos en casa?
Todo empieza al ir a la compra. Haz una lista de lo que necesitas, y utiliza la lista como un escudo que te proteja de las técnicas de márketing que utilizan los comercios de alimentación, que quieren que compres más de lo que necesitas. ¡Come lo que compras y compra lo que necesitas!
¿Deberíamos enviar los restos de comida al extranjero? ¿Es esto la solución?
¡No! Se trataría por supuesto de una idea absurda. La solución es no producir más de lo necesario y no despilfarrar. Sin embargo, está claro que despilfarrar comida es el equivalente de sacar comida de las bocas de los pobres a escala global. Cuando compramos comida, por ejemplo, pan, estamos interactuando en el mercado global del trigo. Las recientes subidas de precio de algunas materias primas como el trigo han sido provocadas en gran medida porque la demanda supera la oferta. Estas subidas de precio condenan a millones de personas al hambre. Si nosotros, en los países ricos, despilfarráramos menos pan y por lo tanto, compráramos menos trigo en el mercado mundial, quedaría más cantidad disponible para las personas en África y Asia, que pasan hambre, y que compran el trigo en el mismo mercado mundial.
¿Deberían los supermercados donar sus productos antes de que caduquen? ¿Cómo es la situación en España y Europa?
Sí, si un supermercado u otro comercio de alimentación acaba teniendo excedentes de productos que van a caducar, deberían donarlos para que la gente pueda consumirlos, antes que despilfarrarlos. Esta práctica está mucho más extendida en los EEUU que en España y en el resto de Europa. Y es hora ya de que nosotros –los consumidores- exijamos a los comercios de alimentación que donen sus excedentes en vez de tirarlos a la basura.
¿Por qué los países ricos no invierten más en la agricultura de los países pobres?
Estoy ahora mismo en la India investigando precisamente este asunto. Veo a mi alrededor montañas de frutas y de verduras que se están pudriendo simplemente porque faltan infraestructuras agrícolas. Es un asunto del que hablo en mi libro. Me complace ver que después de muchos años de ignorar el asunto los países donantes y las ONG están dándose cuenta de que se puede aumentar la disponibilidad de alimentos en estos países invirtiendo cantidades de dinero relativamente pequeñas para crear infraestructuras, y así asegurarse de que la comida llegue en condiciones a los consumidores y no se pudra.
Oxfam lanzó un informe este año donde denunciaba que 2 millones de personas pasan hambre en España hoy en día como consecuencia de la crisis económica. ¿Cree que con lo que se despilfarra de comida en España podrían alimentarse a esas personas?
En este momento se despilfarra más comida de la que podría ser consumida por todas las personas hambrientas. Deberíamos conseguir que los excedentes de comida fresca y comestible llegaran a las personas hambrientas, y a la vez eliminar los excedentes innecesarios que estamos creando. Cuando di de comer a 5.000 personas en Londres en el evento “Feeding 5.000” con comida que de no haberse utilizado así habría acabado en el cubo de la basura, calculé que si hubiera sido capaz de recoger toda la comida despilfarrada en Gran Bretaña ese día, habría tenido suficiente para ofrecer una comida a 60 millones de personas, es decir, a todo el país, y ¡aún me habrían quedado algunas sobras para la cena!
¿Cómo puede ser que no exista una ley que obligue a los productores de alimentos y a los supermercados a hacer público cuánta comida despilfarran, cuando tanta gente dentro y fuera del país pasa hambre?
Lo primero que deberían hacer las grandes compañías alimentarias es ser transparentes y hacer público qué cantidad de comida desperdician. Así se crearía una competencia entre ellas para aparecer a ojos del público como “la que menos desperdicia”. Hemos introducido con mucho éxito esta medida en Noruega y es hora ya de que el resto de Europa siga la estela.


 


Estudios científicos revelan que las antenas de telefonía causan cáncer 

Las tecnologías inalámbricas provocan secuelas adversas para la salud si las exposiciones son prolongadas o crónicas, alertan reportes internacionales.
POR EMILIO GRILLO
Ante la proliferación de antenas de telefonía celular en zonas residenciales de Lima, como la ubicada en la esquina de las calles Blas Cerdeña y Santa Margarita, en San Isidro, el destacado médico Sacha Barrios Healey manifestó ayer a EXPRESO que hay abundantes estudios realizados por científicos y profesionales de la salud que señalan que las torres que emiten microondas de celular causarían cáncer entre los vecinos cercanos, por lo que recomendó que se retiren esas estructuras para evitar poner en riesgo a la población.
“Abundantes estudios evidencian los riesgos para la salud de los campos electromagnéticos y las tecnologías inalámbricas. Uno de los más recientes es el informe BioInitiative 2012, preparado por 29 científicos y expertos en salud independientes de todo el mundo, acerca de los posibles riesgos de las tecnologías inalámbricas y los campos electromagnéticos”, señaló el reconocido médico.
En efecto, el grupo de trabajo BioInitiative 2012 concluye que la evidencia de riesgos para la salud de los campos electromagnéticos y las tecnologías inalámbricas (radiación de radiofrecuencias) ha aumentado sustancialmente desde 2007.
El informe revisa 1,800 estudios científicos nuevos que informan de los efectos biológicos y los efectos adversos para la salud de los campos electromagnéticos y las tecnologías inalámbricas (teléfonos móviles e inalámbricos, las antenas de telefonía, WI-FI, ordenadores portátiles inalámbricos, etc).
Precisa también que la exposición crónica a los niveles de las estaciones base de telefonía puede provocar enfermedad. “Es razonablemente previsible que los bioefectos constatados provoquen secuelas para la salud si las exposiciones son prolongadas o crónicas, debido a que interfieren con los procesos fisiológicos normales del organismo, impiden que el cuerpo repare el ADN dañado, provocan desequilibrios del sistema inmunológico, trastornos metabólicos y una menor resistencia a las enfermedades a través de múltiples vías”, detalla el reporte.
Remarca que “al menos cinco nuevos estudios sobre antenas de telefonía móvil han informado sobre los efectos biológicos en el rango de 0,003 a 0,05 μW/cm2, a niveles más bajos que los reportados en 2007 (0,05 a 0,1 uW/cm2) fue el rango por debajo del cual no se observaron efectos en 2007)”.
Los investigadores refieren dolores de cabeza, dificultad de concentración y problemas de conducta en niños y adolescentes, y trastornos del sueño, dolores de cabeza y problemas de concentración en los adultos.
El informe concluye que “existe mucha más evidencia de riesgos para la salud que afectan a miles de millones de personas en todo el mundo. El mantenimiento del status quo no es aceptable a la luz de la evidencia de daño actual. La evidencia científica manifestada por los nuevos estudios canalizados coincide con un aumento de dolencias y enfermedades directamente relacionadas, registrado en la población”.
Ante estas evidencias, Sacha Barrios recomendó que las antenas de telefonía celular se ubiquen a no menos de 600 metros de las zonas urbanas. “El Gobierno debería crear un reglamento que tome en cuenta los nuevos descubrimientos científicos sobre este tema y alertar al público sobre las consecuencias de las microondas que emiten esas antenas”, señaló. Sugirió a las personas que viven cerca a esas torres que se dirijan a las autoridades municipales. “Deben hablar con los alcaldes y funcionarios de su municipalidad, hablar con los vecinos y exigir que no se ubiquen en zonas residenciales”, refirió.
“Telefónica pretende distraer ilegalidad de la antena”
En carta notarial dirigida al alcalde de San Isidro, Raúl Cantella, el ciudadano Fernando Bustamante Letts señala que “Telefónica pretende distraer la ilegalidad de antena aduciendo que el retiro de la antena perjudicará a los vecinos de San Isidro y Miraflores porque se quedarían sin servicio de telefonía celular e internet”. Refiere que “aceptar una especie de esta naturaleza como argumento válido para darle la razón a Telefónica en el marco del Exp. N° 297797-2012 en donde en primera instancia la Gerencia de Fiscalización ya ha ordenado el RETIRO de la Antena, sería totalmente nefasto para el Estado de derecho que rige en nuestro país”.
Estadísticas de mortalidad por neoplasia
Belo Horizonte con 2.5 millones de habitantes, es la tercera ciudad de Brasil, tiene el mejor sistema de salud a nivel nacional, la mejor educación del país, con un nivel de vida bastante superior al promedio del país. Según la ONU, es la metrópoli con la mejor calidad de vida de Latinoamérica. Sin embargo, tiene la más alta incidencia de cáncer a nivel nacional, un fenómeno difícil de explicar. Belo Horizonte cuenta con la más alta concentración de estaciones base de celular en el país. La pregunta natural fue saber si existe alguna correspondencia. Al evaluar las estadísticas de mortalidad por neoplasia, medida en función a la distancia de una torre de microondas de celular a la residencia del fallecido, se obtuvo los siguientes resultados:
A 100 metros de una estación de celular 3,569 muertes
A 200 metros 1,408 muertes
A 300 metros 973 muertes
A 400 metros 482 muertes
A 500 metros 292 muertes
Más allá de los 1,000 metros 147 muertes
Del total de personas fallecidas con cáncer, el 81.37% se produjo dentro de los 500 metros de distancia a la antena, lo que indica una correlación altamente significativa. En 2008 Lima contaba con 1,414 estaciones base de telefonía móvil, mientras que el resto del país contaba con 1,358, con un total de 2,772 bases a nivel nacional.
El dato
“Algunas personas alquilan su casa para una antena, reciben 1,500 dólares mensuales y luego se mudan, dejando la contaminación para todos los vecinos”, alertó Sacha Barrios.